Cultivo en azoteas

Muchas casas y edificios tienen azoteas, áreas de 20 a 200 m² que por lo general son zonas de concreto expuestas que durante todo el año cuentan con luz natural durante el día y con acceso al agua. El objetivo es aprovechar este tipo de azoteas para realizar huertos funcionales para producir cultivos familiares o comunales. También, es una forma de oxigenar el aire y contribuir al aislamiento térmico y acústico y es una oportunidad para convivir con la naturaleza desde las zonas urbanas. Si además estas cubiertas verdes se transforman en comestibles, la experiencia se vuelve más productiva y gratificante, favorece la relación social y responde a la preocupación creciente por la alimentación. Las azoteas llegan a funcionar como un invernadero natural por sus condiciones climáticas. Durante el invierno, la alta nubosidad, crea un ambiente rodeado por luz difusa, alta humedad relativa y precipitaciones, ideal para cultivo de hortalizas, ya que el frío nunca llega a ser demasiado intenso como para bloquear el crecimiento de estos cultivos. Durante el verano, la humedad se mantiene alta y la luz empieza a llegar de forma directa a los techos, pero con una malla verde al 45% de sombra y un sistema eficiente de riego es suficiente para permitir el crecimiento de verduras y algunas hortalizas.